viernes, 2 de marzo de 2007

El feng shui de Paco



En ocasiones no doy crédito.
El otro día en Venecia fue una de ellas. Acabábamos de llegar a uno de los hoteles con más solera de la ciudad, dicho sea en el buen sentido. El barquito nos había dejado en la misma puerta del establecimiento, un cinco estrellas para más datos, con vistas al canal, con los gondolieri saludándonos desde el puente que hay junto a la puerta… Venecia en estado puro, vaya. Pues bien, al ir a las habitaciones oí que en la de al lado se armaba un pollo con voces en castellano.
Y me asomé. Una de las personas del grupo se quejaba a gritos de que su suite estaba orientada al sudoeste ¡¡¡¡¡y ella no podía dormir en una habitación con esa orientación!!!! Los empleados del hotel simplemente alucinaban mientras ella, brújula en mano, insistía en que le dieran una habitación que mirara al norte.

Y en esas estaban cuando a mí me dio por pensar que cuánto mal ha hecho el feng shui de Paco –tilla-.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, tía! Qué fuerte, tía! Las cosas que te pasan en esas ciudades donde ni siquiera saben poner una red de alcantarillado como Dios manda, compañera del metal. Cuando yo estuve en Venecia también cogía la brújula para decidir donde acostarme. Siempre evitaba ponerme a sotavento de un alemán gordo que tenía los pies muertos y en avanzado estado de descomposición a juzgar por la olorica. Pero claro supongo que el Gran Ostello y el albergo de la Giudeca no son exactamente lo mismo y es posible que no entiendas mi fino humor.

El banderillero del norte.

Api dijo...

Triple A, busqué unos guantes como los que me trajiste hace ya más de una década y alguien me despitó en Pamplona... pero no los hallé.

besos