miércoles, 27 de julio de 2011

Agente doble

Siempre me han molao las pelis de espías. Me gusta la tensión esa que se crea entre los agentes dobles – tipo Julia Roberts y Clive Owen que no sabían si se querían o se vendían en “Duplicity”, por ejemplo -; los cambios de look imposibles en un lavabo – tipo Bourne -; ese modélico padre de familia que luego no es lo que parece – tipo Schwarzenegger en “Mentiras arriesgadas” -; esas máquinas programadas para matar que luego son dulces hijas de papá – como la protagonista de “Alias” -; o las asesinas con alma – como Nikita -; me gustan, qué le voy a hacer.

El caso es que, aparte de lo entretenidas, mucho de ese gusto al verlas se basa en que me admira que alguien pueda interpretar un papel de forma permanente. Para mi, ese control absoluto de tus palabras, actos y hasta gestos es imposible, y eso que M. lleva año diciéndome que si quiero echarme un novio debería aprender – según ella así tal cual más que gusto, asusto – pero ni por esas; soy incapaz.

Sin embargo, por razones estrictamente profesionales llevo todo el mes viviendo sin vivir en mi, o mejor dicho, viviendo una doble - a ratos hasta triple – vida a través de tres cuentas diferentes de Twitter y otras tantas de Facebook, con sus correspondientes cuentas de email. Y así hay días que al más puro estilo Juan Palomo, mi otro yo hace un comentario en una página de FB que mi yo profesional aplaude ostensiblemente a ver si el resto de seguidores/ fans - o lo que corresponda en ese momento - se suma al aplauso con las orejas y, si el día está flojo, un rato más tarde mi verdadero yo - LaNegra que viste y calza (chándal y playeras últimamente, pero juro que el pijama me lo quito todos los días) – le da al “Me gusta” o se marca un RT para intentar que la cosa se mueva.

Eso sí, la verdad es que eso es cuando la cosa está muy malita, normalmente y para prevenir males mayores, sólo tengo abiertos dos perfiles cada vez, y suele ser mi verdadero yo el que queda relegado a un triste tercer plano. Es una pena, pero es así, porque, aunque mis amig@s en redes sociales pensarán que sí, la verdad es que no me he olvidado de ellos ni he dejado de interesarme por Twitter o Facebook, más bien es que en cuantito me descuido… la cago.

Ayer, por ejemplo, lo abrí un momento… y en cero coma le estaba contestando a Api un tweet usando el perfil de mi otro yo… no era la primera vez que hacía algo así – con gran peligro para la credibilidad de mi otro yo - aunque sí la que más tiempo tardé en darme cuenta del error. El problema no pasó a mayores porque, al hacerlo con mi otro yo todo quedó en casa, pero… ¿os imagináis al perfil de cierta promoción de verano diciéndole a Api por twitter, “sí, sí, cómprame las Ipanemas que yo te las pago el domingo”… pa habernos matao.

Eso sí, diré en mi favor, que en una de estas me he hecho pasar por seguidora de Belén Esteban y me han insultao, así que mi defensa de la Princesa del Pueblo debió ser convincente…

Con éxitos semejantes, lo mismo hasta “me coloco” como dicen por aquí… pero, eso sí, como agente doble fijo que no me fichan ;)