jueves, 29 de noviembre de 2007

Tiradme pan...

Siempre he querido ser una loba. Una de esas con ojos brillantes y colmillos afilados que miran a sus presas, enseñan los dientes y sólo tienen que esperar a que asome la luna llena para aullar y que ellos caigan rendidos.

Sigo intentándolo. Aunque mi madre me recuerde que – a la tierna edad de cinco años – le torcí la aguja al dentista y por eso no me lo pudo quitar, yo creo que mi colmillo es una señal. Lo del pelo... eso no puede ser sólo una jodienda heredada de la familia paterna, eso tiene que ser parte de mi otro yo, seguro. Y, para decir toda la verdad, confesaré que mi última presa cayó con la luna llena.

Sin embargo, algo falla y no acabo de dar con la transformación. No sé si será el colmillo que me falta o los quince kilos que me sobran, pero el caso es que de momento no llego a loba y, lo que es peor, parece que me estoy quedando en perra.

Soy super perra. Yo antes no era así. Antes me fiaba de la gente, sonreía sin parar, y pensaba que todo el mundo era bueno. Ahora estoy siempre vigilante, miro fijamente a los extraños y no me acerco a ellos sin olisquear antes el ambiente. Creo que todas estas son señales inequívocas, pero, por si a alguien le cabía alguna duda, hace unos días le ladré a un compañero de trabajo. Ladré como la perra vieja en la que me estoy convirtiendo. Fue la prueba definitiva.

La verdad es que no disfruté demasiado la sensación, pero desatar mi verdadera naturaleza me proporcionó cierta tranquilidad. Quien sabe, a lo mejor ésta es sólo una etapa intermedia para llegar a ser la loba que siempre soñé. El tiempo lo dirá, pero de momento, tiradme pan... y llamadme perra.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Diario de una reclamación


En efecto me esquilmaron las maletas. Fue en el vuelo de Iberia Madrid-La Habana del día 19 de noviembre. De momento (hoy ya es 28), he preferido no hacer recuento económico de la bromita porque se me dispara el rencor social, y tampoco es (travel)plan. Como os conté, mis maletas llegaron intactas, con los candados intactos, pero con el contenido ‘ligeramente’ mermado.

Ayer por fin conseguí hablar con la persona del seguro que me lo está tramitando. Quedó en enviarme toda la documentación que tengo que rellenar y ahí sí que tendré que hacer una valoración. Hasta el momento no ha llegado el documento que me enviaba “en ese mismo momento por mail”. Acto seguido llamé a Iberia para reclamar. He volado unas cuantas veces con esa aerolínea de bandera y nunca les he pedido nada. Hasta ayer. Yo oía a la gente acordarse de Iberia y todos sus empleados a menudo, pero yo pensaba que sería que la gente, que exagera.
Pero no. Aquí es donde me empiezo a envenenar. Da igual que volara en Clase Bussines (y su billete a precio de oro correspondiente), da igual que seas titular de la tarjeta Iberia Plus Plata (que buenas millas/horas te cuesta al año), lo único que te pueden decir es que escribas una carta explicando lo que ha pasado, enviarla por fax o por correo convencional y “en unos meses te contestarán, porque el servicio está colapsado con las reclamaciones”.

Así que, queridos amigos, no facturéis. Aunque tenga que ponerme los mismos calcetines durante una semana entera, servidora no vuelve a facturar. O si lo hacéis plastificarla. Aunque yo ya no me fío ni de eso.

Sin esperanza, Api.

PD. Lo de los candados de seguridad de Samsonite, que además de tu clave tienen una llave para que la policía pueda abrirlos sin romperlos, creo que es un atentado contra la inteligencia humana.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Euribor + 0’50

O sea, más la mitad. La mitad que al parecer me falta para poder comprarme una casa.

El otro día fui al banco, no a una sucursal cualquiera, no, fui al Caja Madrid de mi pueblo. Mi pueblo no está en la Comunidad de Madrid, así que allí visitar Caja Madrid es como ir a una especie de oasis en el desierto. Desierto porque no hay ni dios en la oficina, que no es de la tierra, y oasis porque, ante la falta de clientela, a los cuatro que somos nos tratan la mar de bien.

El caso es que yo fui para allá dispuesta a que me soltaran un rollo sobre un plan de pensiones y, a cambio, me hicieran numeritos a ver si me dan una hipoteca o no. Al llegar me dio un ataque de risa, porque – es lo que tienen los pueblos – el trato allí es tan “humano” que, mientras un par de currantes se sentaban frente a la mesa de uno de los administrativos, otro paisano le gritaba a éste desde la puerta: “Oye, a éstos atiéndemelos bien”, a lo que el aludido contestó con mucha retranca: “Les voy a entregar lo mejor de mí mismo”. Tanto les dio y tan bueno, que aquellos dos estuvieron un buen rato repartiéndose entre ellos un pastón en billetes de 100 y de 500. Y yo, mientras miraba, me iba viniendo arriba ante el trato de excelencia que aquella mi sucursal dispensaba a sus clientes.

Entonces llegó mi turno. Allí estaba yo, dispuesta a que otro fulano me entregara también lo mejor de si mismo, solo que… digamos que corrí distinta suerte. A mi, en lugar de tocarme la fulana de toda la vida – que es lo que nos gusta en los pueblos – me tocó el mengano nuevo. Y el nuevo resultó ser un comercial de medio pelo metido a empleado de banca que, después de haberme tenido unos 40 minutos esperando – mataría por saber en qué bar se estaba tomando el pincho -, me recibió con una enorme sonrisa y grandes aspavientos mientras gritaba: “con una nómina como la tuya…..”

Eso fue sólo el comité de bienvenida, luego llegó lo mejor. Primero me intentó doblar un plan de pensiones que me iba a dar un fantástico regalo, ¡¡un bluetooth para el coche!!, pero no cualquier bluetooth no, el mejorcito del mercado y ¡¡sin cables!!. Viva el wireless. Le aclaré que ya tenía bluetooth (con instalación sí, pero los que me lo regalaron al comprar el coche también me aseguraron que era el mejorcito del mercado), así que… Infatigable, me sugirió que se lo regalara a él, y yo claro, le dije que sí. Que él me consiguiera una hipoteca en condiciones fantásticas y que yo le regalaba el bluetooth y lo que él quisiera. Así que el tío, manos a la obra me pidió el DNI y se introdujo en mi cuenta.

Momento estelar. En medio de la sucursal – de mi pueblo, os recuerdo – y justo en lo que debe ser la hora punta porque había tres personas haciendo cola, el tío gritó que soy “una gastadora”, y que claro a ese ritmo,“ ni con una nómina como la tuya…..” Y así, conmigo forzando la sonrisa hacía un rato, y con mi fulana de toda la vida totalmente avergonzada, con los ojos desorbitados por las bobadas que soltaba su compañero, y a punto de entrar en barrena del pánico porque veía mi nómina en ING Direct… así, decía, nos acercamos al final.

Y el final no fue otro que… con una nómina como la mía no pueden darme el crédito que les pedía. Hasta ahí… más o menos lo esperado. Yo apelé a mi fidelidad a lo largo de los últimos 15 años, él a las malas condiciones del mercado, yo a una nómina como la mía que se ha ingresado puntualmente en esa su sucursal, él a que la gente está dejando de pagar, yo a mi simpatía natural… y él…

De pronto, a falta de bombilla encima de la cabeza, se le iluminó la mirada, y cuando yo esperaba un salvador, “contigo podríamos hacer una excepción”, el tío me mira a los ojos, se pone serio y me dice: “tengo la solución” - (silencio valorativo) - “ lo que tienes que hacer es echarte novio para que pague una parte”.

Yo, ¿verdad?, mantuve la mirada firme y aguanté la estupidez. Sonreí y solté un: “ya, eso ya lo había pensado yo, pero es que echarse un novio decente es todavía más difícil que que vosotros me deis la hipoteca”. El tío me miró, se puso serio y me dijo: “no, no, si ni siquiera tienes que encontrar a uno que gane mucho, con tu nómina, con que tenga un sueldito ya os llega”.

Así que… aquí estoy, buscando mi 0'50, que al parecer, es un pobretón que se quiera meter conmigo en un piso de 30 metros, que es para lo que da una nómina como la mía…

Pd. Interesados, por favor, dejen su teléfono en los comentarios.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

yo me quiero volver a madrid

Lo que son las cosas\

Mas de diez a;os queriendo venir a cuba, y ha sido llegar y ya me quiero volver.

yo venia en business perfecta, con mis dos maletas con candado perfectas, una de ellas llena de cosas para dejar aqui a los pobres cubanitos

pues llego al hotel y me doy cuenta que a pesar de que las maletas han llegado perfectas, con los candados perfectos me han robado la mitad de las cosas que traia

casualmente mis maletas salieron las ultimas a pesar de que por venir en business tenian que haber salido las primeras. pero ya me han dicho que eso me lo han robado en madrid, fijo


en fin. que estoy tratando de cambiar mi vuelo y volver el sabado en lugar del domingo

pijama, colonias, cremas, pantalon abercrombie, camisetas, cargador de ipod (lo siento, tigris, te lo compraré nuevecito), cargador del movil nuevo, cargador de la camara de fotos...

en fin... que una pena, porque venia yo tan contenta y mira...


besos, sobre todo para el tigris :)

jueves, 15 de noviembre de 2007

Bien, bien y bien (II)

Pues después de un largo día y una gran faena, la crucerista y el banderillero nos han dado otra alegría (y a mi otra sobrina). Ane.
Mañana voy a verla.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Lugares comunes II

Mi día de hoy no ha tenido precio... en general, uno de esos malo, malo, pero malo.

Y he aquí que llego a casa y pienso... voy a abrir los blogs, a ver si Federiko se ha contado algo, a ver si Api se ha leído mis comentarios de esta mañana.... a ver si mi ex ha subido alguna foto de Lanzarote chula (él tiene un fotoblog) y...

La vidilla de los blogs....

Api me había contestado. Federiko tenía un nuevo post (chinos que hacen pintxos... los "txinos" han llegado a Donosti) y mi ex había subido una foto, su primer retrato, y dice que no le ha quedao mal. Confiaré ciegamente, porque el retrato en cuestión no se ve. Imagino que tendrá una de esas claves sólo para íntimos, pero sí que se lee el nombre de la retratada... se llama igual que yo, ¿qué os parece la perla?

A mi me ha dao la risa, porque como lugar común, pienso yo que no está mal... ¿no?

domingo, 11 de noviembre de 2007

I'll survive


Últimamente vivo, o más bien sobrevivo.

Sobrevivo esperando.

Esperando a que Ane venga y nos crezca la cuadrilla.

Esperando a que pase este infierno laboral y después de trabajar deje de correr al metro para llegar a casa y meterme en la cama.

Esperando a que llegue el próximo lunes y me vaya a Cuba a recargar las pilas al sol.

Esperando a que tigris se levante de la mesa y venga y me diga lo que yo quiero... uhmmm, tigris ha venido.


Igual este infierno de otoño está empezando a cambiar...


Banderillero, I'll survive.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Lugares comunes

El otro día me contaron que mi ex se va de vacaciones y, de paso, me dijeron el destino. ¡Oh casualidad!, se va al mismo sitio que fue conmigo. El dato me hizo recordar una de esas teorías sobre los hombres que llevo años manteniendo y que las amigas me compran alguna vez (siempre en función de cómo les vaya con su último ligue), y no es otra que los tíos tienen la manía no sólo de cocinarnos a todas su plato estrella, sino también de llevarnos a todas a los mismos sitios: lugares de vacaciones, restaurantes, bares, rincones de los parques...

La historia es que esto de los lugares comunes - que podría verse como un valor seguro al que se agarran para triunfar, igual que lo hicieron contigo, y con las anteriores a ti – puede, si no se tiene mucho tacto y un poquito de suerte, volverse contra ellos.

Aún recuerdo – Api perdóname que te pise la anécdota, pero es muy ilustrativa – aquella noche en la que Api, el que entonces era su nuevo novio (que yo le había presentado) y yo, fuimos a darnos un festín a un restaurante italiano que estaba al lado de casa y del que éramos asiduas. Un sitio con platos muy ricos, apañado de precio y una decoración bastante “romántica”. El caso es que estábamos cenando y yo oí cómo alguien a mi espalda pedía la carta de vinos y pensé que “qué pijerío, lo que hace el personal para impresionar”. Ya os digo que el local era agradable pero no de lujo. El caso es que Api de vez en cuando miraba por encima de mi hombro y yo pensaba que era porque, como yo, se había quedado con el “detalle”, pero, justo antes de irnos Api dijo que iba al baño, a la vuelta, se sentó (estaba enfrente de mi) y me miró con ojos desorbitados mientras me decía: “el de la mesa de detrás es Mr.Calidad”. Ipso facto nos levantamos, nos acercamos a la mesa y – tras interrumpir el love in the air que flotaba – saludamos muy educadamente a la parejita. Api flipaba, su nuevo novio no entendía nada y a mi me dio por reírme, pero la cara de la Paramecios que acompañaba a Mr.Calidad – anterior novio de Api - no tuvo precio.

Ese día lo que falló fue la suerte. Otras veces, sobre todo si el tío que te acompaña es el rey de la sinceridad, acaba fallando el tacto. Porque a menos que el muchacho sea muy muy discreto, al final, le acaba traicionando el ¿sub?consciente y se le escapa un: “pues mi ex decía que este arco es el lugar con más encanto de la ciudad”. Ahí es donde tú pones cara de póquer y, si todavía no hay mucha confianza, sólo sonríes, pero como ya os conozcáis un poco más le acabas soltando el consabido: “a mi tu vida anterior no me interesa, sólo me importa el presente”. Y claro, esta frase, según el tono en que se diga, puede tomarse muy bien o, directamente, fatal.

Supongo que cuando ya llevas unos cuantos novios, tú acabas haciendo lo mismo – hay veces que la imaginación nos falla y echamos mano de los recursos – y acabas siendo más “indulgente” con estas cositas. Lo que pasa es que yo novio, lo que se dice novio, sólo he tenido uno, y todavía no he alcanzado ese nirvana. Por eso, cuando pienso que quizá esta noche, o la de mañana, o cualquiera de las noches de esta semana él se va a apuntar un magnífico tanto gracias a cierto restaurante con vistas al mar que acabó siendo lo más mágico de aquel viaje y que descubrimos sólo porque YO sabía dónde estaba gracias a una amiga,... se me llevan los demonios... concretamente el demonio del Timanfaya...

Así que... qué queréis que os diga, me da igual que tenga nueva novia (la primera me afectó más, la segunda me lo esperaba, y a partir de ahí, dejé de contar), me da igual que la lleve al mismo sitio que a mi, pero me jode viva que la vaya a llevar a ese restaurante y sé que lo va a hacer.

Pero me queda una esperanza: los tíos sinceros me vuelven loca.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Teruel existe, ¿y Cuba?


Cada vez que voy a salir de viaje, miro qué tiempo dicen las previsiones que va a hacer. Por el tema logístico, mayormente. O por fardar en caso de que vuele directa al verano mientras aquí los grajos vuelan bajo.

Desde hace años consulto la página weather.com, que suele ser muy completita. Así que para evadirme del mal rollo que me está dando trabajar todos los días del puente que otros estáis disfrutando, he ido a ver qué tiempo voy a tener en Cuba a partir del 19, que es cuando salgo volando hacia la isla.

Primer intento: Cuba. Resultado: No items found. Please check your spelling or try another term.

Segundo intento: La Habana. Resultado: No items found. Please check your spelling or try another term.

En Teruel, por lo visto, van a tener un fin de semana soleado pero fresquito.

En Cuba, no saben no contestan.

Curioso, no?