Hola,
despues de veinte horas de larguiiiiiiiiisimo viaje hemos llegado a Valparaíso. Agotados, nos hemos echado a la calle. La ciudad es increiblemente bonita, y la gente -aunque es lo que suele leerse en todos los reportajes de viajes- es extremadamente amable. Y, claro, acostumbrados al encabronamiento vital que nos gastamos en España pues nos choca.
Lo mejor del día: un anuncio en una pared de Valparaíso. "Disponibles pasajes para lugares imaginarios".
El sitio que promocionaban hoy: la luna.
Un beso a todos.
Negra, quiero saberlo todo de la boda del año.
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