lunes, 23 de febrero de 2009

Se acabo, volvemos a la Tierra

Se acabo lo que se daba. dentro de tres horitas, recogemos el campamento, decimos bye bye al lujo asiatico y volvemos a casa. nos esperan treinta horas de viaje hasta aterrizar en barajas, veinticuatro de vuelos y esperas variadas y seis mas de cambio horario, pero la cosa ha merecido la pena. a mi tailandia me sonaba sobre todo a destino de lunamieleros, que lo es, pero lo cierto es que es un pais espectacular, y eso que solo hemos visto una peque;a parte: una modernisima bangkok, la selva de kanchanaburi, que a mi fue lo que menos me gusto (tal vez porque no me sorprendio, era demasiado parecido el rollo al de venezuela o mi primera ruta quetal) y luego esta phuket, que es puro turismo. anoche estuvimos en la zona de patong, donde lo del turismo sexual es una cosa increible. autenticas monadas, y mucho manolo, bailando en las barras para cientos de guiris tajados que se las pueden llevar de acompa;antes por 10 euros para el bar donde bailan y lo que luego se negocie con ellas, que mande de infiltrado a mi vecino. es un supermercado de la carne a lo centro comercial o parque tematico. calles enteras llenas de bares, sin locales especificos todos dentro de un mismo area, donde para pasar el tiempo las chicas juegan a literalmente clavar clavos en unas maderas que hacen de tapa de toneles o al cuatro en raya. la clientela era bastante variopinta, desde viejos barrigudos con la gorra de equipos de baloncesto americanos, italianos maduritos y bien vestidos, moritos, algun retrasado y mucho con pinta de loco. sin entrar en si me parece bien o mal, o quien tiene la culpa, si es que alguien la tiene, el show es desde luego un espectaculo.

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