
Complicadísimo. Tener tanto sexo que te aburre es una sensación que desconozco. Una vez tuve mucho, pero nunca me aburrí – soy como la Bassinger, 'ella siempre dice sí' -, pero ahora que no tengo tanto os puedo asegurar que le doy bastante importancia. Es como cuando estás a régimen, que da igual que tú nunca comas bocadillos de chorizo, en ese momento matarías por un bocata de Revilla un sabor que maravilla.
Sin embargo, hasta el sexo o sus sucedáneos se pueden comprar... si tienes dinero, claro. Pero cuando al dinero tampoco puedes mirarlo por encima del hombro – eso sí que me encantaría - , entonces la opción de pagarte un chulazo, comprarte lo último de lo último en juguetitos sexuales, o – la que yo practico - agasajar a algún apetecible conocido con el plan habitual de adornar los polvos con cenas, también se complica.
Así que, mientras busco al hombre que me vuelva a hacer sentir como Kim pero en morena, me dedico a jugármela... a la primitiva y los euromillones, concretamente. Desde que he descubierto que puedo echar la primi desde casa por una módica comisión, soy otra. Os lo recomiendo... llega una a los jueves como con otra ilusión.
1 comentario:
Solo quiero desearle suerte, contamos con usted.
(http://www.youtube.com/watch?v=sLqKAgRD7c4)
Publicar un comentario