martes, 12 de junio de 2007

Sunday, sunday

Ayer domingo me vestí de camuflaje y me aventuré en esa selva urbana y humana también conocida como La Latina.
Allí me esperaban Api con su mejor bata de cola; Lauren Miguel, con sus gafas ahumadas, y también el Italiano Atípico y su chica, La Mar Salada, ambos ocultos tras sendas gorras. De tal guisa empezamos el viaje por lo que acabó siendo todo un domingo de emociones.

Las primeras fueron bohemias y un poco fuertes, todos comiendo en el volcán que, al final estalló, como era de esperar. Las siguientes fueron dulces, con sabor a la caña de azucar del mejor ron. Después nos metimos en la tasca y allí empezó el auténtico jaleo: Api sacó los tacones pa’ taconear; Lauren se acordó de su baila, baila, baila, bailarina; y yo me dediqué a sonreír a un chico muy majo con cara de vasquito y que resultó ser del mismo sitio que las galletas María, pero que me dijo “aupa” y a mi es que me dicen “aupa” y me vengo arriba, qué queréis que os diga.

Tras las bajas del Italiano Atípico y La Mar Salada (por motivos estrictamente profesionales) tiramos de banquillo (muy bien representado por el Metrosexual Errante), y dirigimos nuestros pasos hacia el bar de las brujas, donde tomamos la última porque ya no nos sirvieron más – ya no eran horas ni para ellas -, así que tras pedir su protección en el viaje que Api estaba a punto de iniciar, dimos el día por terminado.

Api, Lauren, Italiano, Mar Salada, Metrosexual, a mi antes no me gustaban los domingos, pero desde aquí os lo digo, con “sunday drivers” como vosotros, aunque tengáis encima todas las copas del mundo, yo, me la juego.


pd. juro que lo he escrito en lunes, es que me ha pasao como a la Cenicienta, que me ha dao la medianoche...

1 comentario:

Api dijo...

Pues alegría. Hoy es domingo, que cantaban aquellos hace un par de décadas.
Lo que pasa es que las 48 horitas de viaje que llevo me han dejado un poco cansa, asi que propongo convocar para el que viene. Eso si, yo me planto antes, pq el lunes cuando vino el tasis a mi por mi casi me echo a llorar, y os ahorro cómo fueron los primeros vuelos.

Además, el domingo a las dos de la mañanica emprendo vuelo a Méjicos, y en perraje, y para eso hay que ir preparada mentalmente.