viernes, 22 de junio de 2007

Rumbo a Méjicos


Pues… que me vuelvo a marchar. Sigo practicando esa disciplina no olímpica de salto del charco, que a este paso la voy a bordar.

La peor parte se la está llevando la bata de cola, que está hecha una pena con tanto trajín, y el domingo para acabar de rematarla, vuelo en perraje. Quién me ha visto y quién me ve. Al final voy a descubrir qué se esconde detrás de las cortinas. Un horror, seguro.

No creo que pueda contaros nada hasta que vuelva. Este año no habrá serpiente emplumada, pero veremos si se puede cazar alguna otra especie.

No lloréis por mí. Estaré bien.

PD. Uno de los consejos que me han dado estos días, de alguien que conoce muy bien los entresijos del asunto: No te enamores allí. Por un lado, seguramente no tengas de quién. Y, por otro, las chicas duras no se enamoran en los viajes.
A ver.

2 comentarios:

LaNegra dijo...

Una pregunta antes de irte....

¿te dijo dónde se enamoran las chicas duras??

Por si me da por ahí, digo...

Api dijo...

La verdad es que no le pregunté, que yo luego me sugestiono viva y no hay quien me aguante.