viernes, 16 de mayo de 2008

Guardadme el secreto

Hace un rato, mientras limpiaba la cocina (esa cosa blanca que ahora me deslumbra por la izquierda) escuchaba en la radio una tertulia sobre los álbumes online, los blogs, las comunidades y todos estos sitios donde la gente cuenta – contamos – las cosas que pasan (y también las que no).

El debate al parecer se planteó ayer después de que un tribunal denegara la petición de la hermana de Letizia Ortiz para que nadie pudiera fotografiarla ni publicar nada sobre ella. Hablando de ese tema se llegó a la comparación con lo que llamaban “la época actual” en la que la gente cuenta toda su vida en Internet. Planteaban que la gente que escribe en blogs o publica imágenes está digamos que “mostrando su intimidad”. Cierto es que, en el fragor del debate, la moderadora – que se declaraba muy pudorosa y poco proclive a estas cosas – hablaba sobre todo de fotos y vídeos, donde es difícil o imposible mantener el anonimato, mientras que a los que escribimos bajo un pseudónimo más o menos reconocible, nos consideraba más... yo diría que más respetables.

También es cierto que, casi al final, ha reconocido su desconocimiento del medio, y ha llegado a pedir una clase intensiva a uno de los tertulianos, porque mientras transcurría el debate él iba provocando su curiosidad con comentarios que otros compañeros de la radio iban dejando en Twiter y que le permitían saber dónde estaban o qué hacían en cada momento.

El caso es que yo que, a mi manera, también me considero pudorosa, me he dado cuenta de que, efectivamente, estoy contando mi vida a quién la quiera leer. No es que nunca lo hubiera pensado antes, incluso tengo a las amigas divididas entre las que están encantadas porque viven lejos, no siempre podemos hablar por teléfono y así se enteran de las cosas que me pasan, y las que se muestran encantadas de leer, pero me preguntan si no me da vergüenza contar mis cosas aquí y remarcan que a ellas les daría muchísima.

Supongo que a unas y a otras – los amigos no se han pronunciado al respecto, quizá es que los tíos son menos obsesivos con sus “secretos” – les parece que lo cuento todo. Siento desilusionarlas (quizá desilusionaros): no os lo cuento todo. Siempre dejo una parte, por pequeña que sea, sólo para mi, o para compartir con la familia y los amigos – con muchos de vosotros -, pero cara a cara, sin teclas ni pantallas de por medio.

No me malinterpretéis. Todo lo que os cuento aquí me pasa de verdad, lo pienso de verdad. Y lo mismo ocurre con Api, todo lo que os cuenta es verdad. Por eso el blog se llama Cosas que pasan y otras que no... porque las cosas nos pasan o no nos pasan, y nos alegramos o nos lamentamos por ello. Y por eso nos gustan tanto vuestros comentarios, porque cuando los hacéis nos estáis contando qué pensáis vosotros, porque igual – quién sabe – nuestras tonterías hacen que alguien, Desde Muy Muy Lejos, se sacuda un poco el frío y la morriña, y porque, cuando los hacéis, eso significa que nuestras cosas o nuestras idas de olla – por cariño, cotilleo o por simple curiosidad – os interesan, mucho o poco, pero lo suficiente para que dediquéis un ratito a nuestros egos, que, aunque pequeños, son, al fin y al cabo, egos.

Por todo eso, desde mi pudor, os propongo un trato: yo os sigo contando cosas y vosotros me guardáis el secreto, ¿vale?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días,
desde luego que me han sacudido el frio, aunque a ustedes las conociera en verano.
Cuando vine a muy muy lejos y tantas cosas tenía cuesta arriba, me encantaba leerles. Era un punto de realidad en esta extrania vida que había empezado a vivir. En este ordago que me había echadoa mi mi mismo y a la vida. Y me sentia muy muy lejos. Ahora como ya he dicho, aqui o con Fede, 20 meses después, tengo un trabajo malditamente "normal" y me sujeto a hoararios y ritmos sociales. Y eso me hace no estar tan lejos de mis anteriores modos de vida. Osea un poco menos lejos lejos. Un poco menos tropical.

Seguid escribiendo, lo haceís muy bien. Yo os guardo el secreto.

Desde muy muy lejos.

Federiko dijo...

Cuando he visto que este post tenía un sólo comentario, me he dicho: "me juego la 2ª falange de mi dedo meñique izquierdo a que es precisamente del hombre lejano".

Muy bonito, Negra.

Federiko dijo...

Cuando he visto que este post tenía un sólo comentario, me he dicho: "me juego la 2ª falange de mi dedo meñique izquierdo a que es precisamente del hombre lejano".

Muy bonito, Negra.

Federiko dijo...

Y lo que no entiendo es porque me ha salido duplicado el comentario.