domingo, 11 de mayo de 2008

Calentando motores (II)


Pues parece que fue ayer y ya ha pasado más de un año. Este fin de semana se ha celebrado una edición más del rally en el que el año pasado me conoció tigris. Pensaba haberlo titulado vini, vidi, vincci (no sé cómo se dice en latín en primera persona del plural, sorry, negra) pero he decidido seguir con la leyenda.

Para poner en antecedentes, el año pasado la negra et moi lo dimos todo pero no pudo ser y llegamos las últimas. No hubo ni premio de consolación.

Este año todo apuntaba a que el gran fracaso se iba a repetir. De hecho, en la prueba previa del viernes, llegamos las últimas al casino de Aranjuez. Eso sí, vestidas como mandaban los cánones de la organización y con nuestro abanico rojo de chino perfecto.

Y al día siguiente, pues digamos que las pruebas se nos dieron bien. LaNegra condujo like a champion, yo me metí en el barro hasta la rodilla, corrí todo lo que pude, me pegué con los vigilantes del palacio de Aranjuez para hacer una foto a algo que estaba prohibido, adelanté a decenas de jubilados que visitaban aquello... empapada, con el movil robafotos, me metí en un garitazo de villaconejos (donde los melones) a suplicar por una baraja de cartas francesas, pinché en hueso; lo intenté en un estanco, nada. Al final en un todo a 100 le expliqué al señor que la baraja francesa es esa de picas y corazones: y tenía una!!! llamamos a todas las cuñadas de lanegra, que nos dieron cobertura con internet. APuntamos en orden cronológico el nombre de todos los actores que habían dado vida a James Bond, hicimos lo que pudimos...


Así que llegamos al sitio donde acababa el rally, en mi opinión con inmerecida fama de ser el mejor restaurante de Aranjuez, las cosas como son, y entregamos las pruebas y respuestas de rally. Nos pedimos unas cañas y empezamos a comer.

Y llegó la entrega de premios. El tercer premio eran unos marcos digitales, que fueron para unos chicos. El primer premio eran un par de relojazos que fueron para la rubia y su acompañante. Y claro, entre el tercer y el primer premio, pues como pasa en estos casos: hay un segundo que fue para ...


... LaNegra y Api!!!! Allí nos levantamos, sonreímos, posamos para la foto y recogimos nuestro premio. Una mañana de sábado un flamante Aston Martin para nosotras y una estupenda comida (en un sitio que con los nervios del momento soy incapaz de recordar).

Y aquí os aseguro que mi mayor alegría fue quedar mejor que una pava que durante una semana me estuvo machacando con que ella había quedado tercera el año pasado y ese fue el dia en que su novio se dio cuenta de lo lista que era porque lo habian acertado todo gracias a ella. Ayer abandonó a mitad del rally. Ni siquiera se presentó a la comida.

PD. El organizador, píer, a la hora de entregarnos el premio comentó a todo el mundo que "si estas dos han ganado, está claro que cualquiera puede ganar" y un poquito más tarde, y en petit comité, le dijo a tigris: "cómo es posible que estas dos hayan ganado si llevan escrita la palabra 'loser' en la frente".


Y es que por encima del buen rollo que organizadores quieren transmitir y participantes hacen como que sí que sí, el jugoso botín de dos relojazos de un millón de las antiguas pesetitas, despiertan los más bajos instintos. Y no hablo sólo de los sexuales. Que también los hubo, me refiero a los furtivos.

3 comentarios:

Javier dijo...

¡Mi enhorabuena a ambas! Además ayer diluviaba lo cual acrecienta el tamaño de la proeza que, imagino, contaréis a vuestros nietos.

Y dile a esa perdedora que mencionas que para demostrar al novio su inteligencia no hace falta hacer un rally: para eso se inventó el trivial.

Api dijo...

A ésta no le hace falta ni Trivial.

LaNegra dijo...

Gracias amado público, gracias.

pd. en serio Pier dijo que llevamos lo de "loser" en la frente, menudo pedazo de C****N. He dicho.