lunes, 21 de enero de 2008

Mejor no ser hipocondríaco


Bueno, pues una semana después de mi tarantantán es hora de hacer balance. Estoy normal. No se volvió a repetir aquello, el dolor de cabeza se fue pasando y vuelvo a ser la api de antes del 14 de enero.

Haciendo balance, y sin saber lo que me pasó exactamente, voy a reflejar aquí las posibilidades que, no dudo que con la mejor de las intenciones, me ha ido diagnosticando el personal. El banderillero empezó con un desprendimiento de retina para seguir con un episodio isquémico, y creo que ahí se mantiene apostando. Luego en Urgencias me hablaron de una crisis de estrés, e incluso una migraña con deopsias (al parecer es el nombre médico de las chiribitas). Mi jefa dice que o una migraña o una sobrecarga emocional por haber ido a ver a la Negra al hospital. El de la cabra comentó que un conocido suyo empezó así y acabó teniendo un tumor en el cerebro; hubo una que incluso me ha llegado a decir que a su suegro le pasó igual (que dejó de ver por un ojo) y que al final lo que tenía era un herpes detrás del ojo. Pero que al parecer no fue una operación complicada, “te sacan el ojo y luego te lo vuelven a meter”. Sic.
Y luego hemos tenido muchas repeticiones de la variante estrés, ansiedad. De hecho, Díaz que de esto algo sabe apuesta por estrés. Igual que la Negra.

Si alguien se anima a seguir con la quiniela…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que fue el efecto de una lata caducada. Son así de cabritas. O unos mejillones en mal estado.

LaNegra dijo...

Los mejillones igual...
Yo me la juego con el estrés Api, you know...

+++bsts.

Federiko dijo...

Yo creo que lo que pasa es que estás mal follada.

Por provocar.

(Siempre se pueden borrar los comentarios)

Dicho lo cual, afirmo que, efectivamente, mejor no ser hipocondríaco, precisamente estos días me ha tocado empaparme sobre derrames cerebrales, meningiomas, isquemias, epilepsia, etc. Que angustia, por dios.