lunes, 16 de julio de 2007

¿Y cómo es él?


Pues resulta que sí. Que tenía un admirador secreto. Bueno, secreto fue durante tres meses y medio. Se decía, se hablaba, se comentaba… todo el sector lo sabía menos la interesada. Suele pasar. Hasta que hace tres semanas, un sábado por la noche salió del anonimato.

Hay que decir que yo iba poco convencida de estas citas a ciegas. Lo suyo debió de ser eso que llaman ‘flechazo’ pero yo no soy consciente de haberle visto nunca hasta entonces. Habíamos quedado de forma furtiva, porque nuestra presentación ‘oficial’ iba a ser este sábado. Bien, el chico apareció y lo primero que se me ocurrió fue preguntar si de verdad era yo a la que quería conocer. Dijo que sí, y a mí se me escapó un ¡¡¡hurra!!!

No pasó nada, pero el otro día volvimos a quedar. Y, así, para la presentación oficial ya nos conocíamos de sobra. Y, claro, aunque al principio hicimos el paripé –algo del tipo la Leti y Felipe en la entrega de los premios Príncipe de Asturias-, cuando a mitad de la noche confesamos a nuestro maestro de ceremonias ‘El Rey de los Puñales’ pues se agarró el gran cabreo. Lástima.

Y hasta aquí puedo leer. De momento, no es más que eso. Un admirador con cara (guapa), cuerpo (impresionante) y nombre (ndru).

No hay comentarios: