jueves, 5 de julio de 2007

A vivir que son dos días

Ya, ya sé que es una frase hecha, pero muchos días – últimamente casi todos – pienso que debería convertirse en el “leit motiv” de mi vida.

Hace dos o tres domingos, le decía a mi madre que he pensado que me voy a gastar el poco dinero que tengo en vivir bien, lo mejor posible, que esto un día se acaba y mi herencia no va a sacar de pobre a nadie, así que... mejor me lo gasto y a mi por lo menos me saca de llorar penas. Mi madre, que solía decirme que ahorrara un poco, a ver si me podía comprar una casa, me contesto al instante: “di que sí hija, haces muy bien”.

Pocos días después Api y yo cenábamos con una pareja de amigos y uno de ellos comentó que su madre – enferma – aprovecha ahora todas sus conversaciones para en algún momento, como que no quiere la cosa, decirle que sea feliz, que trabaje menos, que se dedique sobre todo a vivir su vida y ser feliz.

Cuando esta mañana Api me ha contado una de estas cosas que pasan (la que habéis leído en el post anterior) me ha vuelto a venir a la cabeza esa idea de apurar el tiempo al máximo. El tópico del “no somos nada” era de repente pura y cruda realidad.

Así que visto que el telón puede caer en cualquier momento, he decidido seguir adelante con mi último plan financiero: gastarme la pasta en ponerme guapa y salir a divertirme a ver si me echo un socio capitalista que pague la otra mitad de la casa que mi madre quiere que me compre. Ya, ya sé que las sociedades – y más cuando son limitadas – tienen su peligro, pero... hay que arriesgar. Además, si todo falla... la inversión en gastos de representación no me la va a quitar nadie.

Cuando iba al instituto flipé con “El Club de los Poetas Muertos”. Ethan Hawke subido sobre aquella mesa, superando toda la vergüenza que le aterraba hasta paralizarlo, y gritando:
“Oh capitán, mi capitán”
Aquellas reuniones secretas en las que se repetía:
“Vivid la vida mientras podáis, veloz el tiempo vuela, la flor que hoy admiráis, mañana estará muerta”

Supongo que con la edad me he vuelto menos poética y más refranera, pero al final... ¿qué diferencia hay entre "Carpe Diem" y "a vivir, que son dos días"?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ninguna, Negra, ninguna diferencia. Yo llevo ya seis temporadas toreando en la misma plaza y desde que empecé la gente me decía Qué suerte, moreno, lo que estarás aprendiendo en esa plaza, to los días toreando unos morlacos que ni el Espartaco cuando era el Espartaco( no confundir con la peli de gladiadores). Y yo digo que aprender lo que se dice aprender un poco(menos de lo que creo) pero que una cosa tengo clara desde el primer día Hoy estamos aquí con los nuestros disfrutando, trabajando... y mañana chi sa .Así que aprovecha cada caña con la Api y con quien te alegre el cuerpo que mañana no sabemos si el hígado estará pa más trotes o nos empiezan a salir arrugas...
el banderillero

Api dijo...

Chapó a los dos.

Anónimo dijo...

Mi madre -la enferma del post de la negra- tiene cáncer. No es nuevo. Ya hace cuatro años le dieron un tratamiento de quimio que funcionó y ahora estamos enfrentados a otra nueva y emocionante aventura contra seis ciclos seis. Justo hoy toreamos el quinto y para finales de julio nos hacemos el sexto y último ciclo de la tarde. Lo del cáncer es como Gran Hermano, hay que entrar en la casa pa' vivirlo. Pero cada vez que hablo con mi madre siempre siempre siempre me dice hijo la rabia que me da es ver lo que he trabajado toda mi vida para ahora que tengo algo de dinero igual me muero. Y debe ser la edad (77) porque la tía lo dice con una serenidad que me pasma. Deja pasar unos segundos y añade para sí misma, ya olvidando que estoy delante pa' qué trabajaría yo tanto demonio... y luego me mira, se da cuenta de que estoy ahí mirándola y me dice hijo disfruta (no veáis cómo enfatiza la "r" la cabrona) disfruta ahora que puedes.

Así que ni carpe diem ni a vivir que son dos días... en mi tierra había una glosa medieval que decía a follar a follar que el mundo se va a acabar

Debe ser que el punto titiritero se nos queda pegao a todos los castellanos viejos como la mierda de perro en las suelas de los zapatos

Api dijo...

Sí, que es algo así como la nueva versión del rollo boy scout: folla ahora que no sabes cuándo vas a volver a follar. O a tomar cervezas, o a viajar, o a comprarte el décimoquinto vaquero...

LaNegra dijo...

Di que sí fer, vamos a hacer como el titiritero alehop... nos vamos a dedicar a ir de feria en feria ;-)