martes, 24 de marzo de 2009

Clasismo de WC















“En 1955, Rosa Parks tenía 42 años. Afroamericana, natural de Montgomery, Alabama, e hija de un carpintero y una maestra de escuela. De profesión, costurera. Pero además, secretaria y ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color. En aquellos años, los negros sufrían en EEUU la humillación -especialmente en el sur- de no poder compartir con los blancos los mismos lugares públicos: escuelas, restaurantes, salas de espera... la segregación llegaba al punto de que en los baños se mostraban letreros de "sólo blancos" o, directamente, "negros no".” *

Aunque en realidad este post no empezaba así... lo que yo había escrito, se parecía más a esto:

“Desde el 20 de enero, si la memoria no me falla, en Estados Unidos hay un presidente negro. El día de la investidura, además de verlo por la tele, escucharlo por la radio y criticar/alabar el vestido de Michelle, todos pudimos oír o ver la historia de Rosa Parks, aquella mujer negra que se negó a levantarse de su asiento del autobús para cederle el sitio a un blanco.”

La historia me vino a la memoria el viernes pasado cuando, al levantarme a por un café para sobrellevar el sopor de currar en puente, me encontré el cartel que veis arriba – purito directo, esta vez la foto es mía – en la puerta del baño de mi zona de la oficina. Mi comentario al volver, además del “no doy crédito” fue “la siguiente será que los negros vayan – vayamos – a la parte de atrás del autobús”.

Pensaba contar que ipso facto avisé a las amigas que curraban ese día: “cuando vengáis de visita, subid o bajad meadas por lo que pueda pasar”. Iba a decir que ellas respondieron con un abanico de posibilidades que iban del “ostras. Sí, que es fuerte!” al “es q me dan unas ganas de ir a hacer pis” pasando por el – más al estilo Rosa Parks - “yo desde luego, si me meo, voy a pasar”.

Pero cuando hace cinco minutos he descubierto que los carteles de “negros no” en la puerta de los baños no son nuevos, me he dado cuenta de que sobran las palabras. En el cortijo donde curro no son originales ni para eso... qué le vamos a hacer. Cuando una imagen vale más que mil palabras, no merece la pena escribirlas.



* Fuente (y lectura recomendada): http://www.educahistoria.com/cms/index.php?Itemid=103&id=160&option=com_content&task=view

** MBlue, gracias por el titular.

2 comentarios:

Federiko dijo...

Por la foto, había pensado en principio que la ley 28/2005 hablaba de que se podía establecer una zona de cagaderos privados en las empresas, en virtud de dicha ley y la curiosidad me ha llevado a buscarla. Pero ya he visto que se refería a la ley anti-tabaco...

Pero si meas en el mismo baño que la dirección, ese tiene que ser un buen meódromo. Dios qué envidia, y el resto meando ahí sin música, sin dianas donde entretenerse dirigiendo el chorro, sin mano automática de 3 sacudidas para evitar la gota traicionera...

LaNegra dijo...

...sin la plebe mirando si el tamaño de la polla es directamente proporcional al tamaño de tu cuenta corriente...