miércoles, 11 de marzo de 2009

11-M

Vuelve a ser 11-M. El tiempo pasa tan rápido, que esta mañana he alucinado cuando he oído en la radio que hace ya cinco años. Me acuerdo de aquel día tan bien... De lo que hice, de cómo me enteré, de la radio sonando sin parar, del silencio al salir de casa. Un silencio profundo que sólo rompían las sirenas que se oían a media distancia, desde el Gregorio Marañón. Un silencio que se amplificaba con el sonido amortiguado de los neumáticos de los coches sobre el asfalto de la calle O’Donnell. Supongo que, en el silencio, podíamos oír lo insignificante.

Yo no perdí amigos aquel día, pero sí que me sentí parte de ese sentimiento de incredulidad colectiva que flotaba en el aire. Después, sólo un día después, vino lo que vino y dejamos de estar todos en el mismo bando. Quizá por eso, en sólo cinco años, ese titular a cinco columnas que se ve en la foto es hoy una noticia que pasa desapercibida entre el resto de titulares de la jornada.

El tiempo pasa tan rápido que cuando cierro los ojos y pienso en ello, aún oigo perfectamente el sonido de los neumáticos sobre el asfalto de O’Donnell...

2 comentarios:

Federiko dijo...

Ese es un día de esos en los que todos recordamos dónde estábamos, qué hacíamos, etc.

En mi caso, me desperté con la noticia ya preocupante de unos 15 muertos en unos atentados que parecían claramente obra de los de aquí. Llamé a mi hermana con la excusa de saber si había oído algo pero con la preocupación real de que no tenía muy claro en qué medio de transporte iba al trabajo cada mañana. Ella ya lloraba a esas horas, como es de imaginar, el resto del día las cosas sólo fueron a peor.

Uno de los peores días que recuerdo, la última vez que he llorado (soy de poco llorar) y una rara y probablemente egoísta sensación de alivio al saber que habían sido los de allá y no los de aquí.

Ayer en la radio reemitían la secuencia informativa de esa mañana, con el número de víctimas in crescendo y toda la absurda polémica de autorías, y ciertamente aún pone los pelos de punta, literalmente.

A todo esto, vuelvo a sacar a Intereconomía a la palestra, todavía ayer los tertulistos decían que no sabíamos quién había puesto las bombas. Lo que tiene no saber leer, aunque sea sentencias judiciales.

Api dijo...

Yo estaba en la cama y no paraba de oir sirenas. Pensé en algún accidente en la M30, alguna comitiva oficial, pero cuando una hora más tarde seguía oyendo las sirenas... o se iba todo madrid de comitiva oficial o algo gordo pasaba. me levanté y, como vivo sólo relativamente cerca de vallecas y atocha, mi movil no funcionaba. llamé a mi padre, para dar señales y a partir de ahi... pues eso ... para olvidar.
de hecho, tanto se ha olvidado la gente, que nuestro pier favorito particular ya pensaba que el 11-M habia sido el 11 de mayo.