
...escribí un post en el que hablaba de una tía que iba a cambiar de vida y llamaba a la radio a ver qué tal tiempo iba a tener para hacerlo. La llamada me llamó la atención y procedí a comentar. Hablé de ella y de cómo, después de colgarse de un tío, ambos habían dejado sus trabajos, vendido todo lo que tenían e invertido el dinero conseguido en comprar un barco para vivir en él mientras recorrían el mundo.
El viernes, antes de meter el cd de Reservoir Dogs y empezar a cantar, justo cuando yo empezaba ese viaje casi perfecto que os contaba en el post anterior, en la radio Gemma Nierga le daba una sorpresa a Juan José Millás: tenía en antena a la chica del barco, a esa que hace un año lo dejó todo para cambiar de vida. Y ahí, cuando todos la hacíamos hablando desde una radio de barco, con el ruido del mar de fondo, la chica sonó alto y claro: estaba sentadita junto a la presentadora en el estudio de Barcelona.
El maligno tono de voz de Juan José Millás cuando dijo: “ajá, has fracasado entonces”, fue pelín cruel, pero reconozco que yo también lo pensé aunque ambos nos equivocábamos: la aventurera no había fracasado, sólo estaba visitando a la familia en Barcelona. Hoy mismo (bueno ayer, que son más de las doce) volvía a Malta donde estaba atracado su barco para seguir con su viaje.
Como era de esperar el año pasado, la navegación sigue sin ser lo suyo, pero en compensación hablaba con verdadera pasión de la vida en los puertos. Por lo visto hay una amplia fauna de este pelaje por el Mediterráneo, gente que se dedica a navegar poquito y atracar muchito, que van de un puerto a otro y al llegar se instalan allí, en su casa flotante, por un tiempo que oscila entre uno y tres meses. Tienen reuniones, se intercambian libros, se juntan en el barco de unos o de otros para tomar algo... y si les entran la morriña se buscan un low cost y se vienen para casa a ver a la familia. Luego, cuando están aquí, añoran su barco, y vuelven a su vida flotante.
Reconozco que, a pesar de que, después de oírla, sigo pensando que llamar a eso aventura es un decir, la tía me cayó bien, mucho mejor que la primera vez. Creo que no lo dije, pero en aquella ocasión pensé que más le valía que le durase el novio, porque si no... Ahora, después de oírla – y de oír al novio también, un holandés bien majo que con esa voz sólo puede ser también bien guapo – la tía me sigue pareciendo una burguesita dispuesta a jugársela por el hombre de su vida, pero al fin y al cabo, se la ha jugado y eso, merece todo mi respeto.
En aquel post, también comenté que todo esto me llamaba especialmente la atención porque coincidía con el cambio de vida – también como navegante – de mi ex y que, como yo no me veía capaz de hacerlo, me conformaba con ponerme a régimen.
El resultado entonces fue una ristra de comentarios de esos que tanto nos gustan a Api et moi. Entre ellos destacó por la novedad el de un vitoriano errante que desde entonces tiene a bien visitarnos y dejarnos comentarios de cuando en cuando. En su postdata decía:
“
Respecto a lo dejarlo todo os digo que la India hay mucho colgado buscado el karma y otras chorradas, pero todos con billete de vuelta………”
El tiempo le ha dado la razón... los colgaos – todos – tenían billete de vuelta y yo... yo me he vuelto a poner a régimen.