martes, 22 de enero de 2008

Vicio en Miami


Yo era una loca de Corrupción en Miami (bueno y de Curro Jiménez, pero ésa es otra historia). No me perdía un capítulo (si no recuerdo mal lo empezaron poniendo los lunes por la noche). Me encantaba Don Johnson, que por aquellos años, en mi más tierna adolescencia, podría haber sido mi padre (bueno, y ahora también pero por entonces habríamos desentonado más paseando de la mano por el parque de Arriaga). Yo llegué a poner un poster suyo en mi habitación, prácticamente a tamaño real, de un Don Johnson sin camiseta, rubio de pelo, moreno de piel, cañón… con un escorzo de lo más sugerente.

Luego pasaron los años, se dio al alcohol y a lo que fuera, yo me dediqué a mis cositas (de forma mucho más ligera, sin duda), me vine a la capital, empecé a fijarme en otros, lo típico, nuestras vidas tomaron caminos muy distintos. Y me olvidé de Don, y de Miami.

Y hétenos aquí que la vida vuelve a unirnos. A Miami me refiero, y a Palm Beach donde recalaré a principios de marzo con la inestimable compañía de Píer. Tal vez no asista a desesperadas persecuciones automovilísticas mientras apatrullan la ciudad al atardecer, pero sí, yo estaré allí, en aquellas playas que veía por la tele… igual no está Don… ni Ricardo… pero quién sabe, a lo mejor está su hijo. O algún sobrino. El porvenir es largo, ya lo dijo Althusser. E imprevisible.

lunes, 21 de enero de 2008

Mejor no ser hipocondríaco


Bueno, pues una semana después de mi tarantantán es hora de hacer balance. Estoy normal. No se volvió a repetir aquello, el dolor de cabeza se fue pasando y vuelvo a ser la api de antes del 14 de enero.

Haciendo balance, y sin saber lo que me pasó exactamente, voy a reflejar aquí las posibilidades que, no dudo que con la mejor de las intenciones, me ha ido diagnosticando el personal. El banderillero empezó con un desprendimiento de retina para seguir con un episodio isquémico, y creo que ahí se mantiene apostando. Luego en Urgencias me hablaron de una crisis de estrés, e incluso una migraña con deopsias (al parecer es el nombre médico de las chiribitas). Mi jefa dice que o una migraña o una sobrecarga emocional por haber ido a ver a la Negra al hospital. El de la cabra comentó que un conocido suyo empezó así y acabó teniendo un tumor en el cerebro; hubo una que incluso me ha llegado a decir que a su suegro le pasó igual (que dejó de ver por un ojo) y que al final lo que tenía era un herpes detrás del ojo. Pero que al parecer no fue una operación complicada, “te sacan el ojo y luego te lo vuelven a meter”. Sic.
Y luego hemos tenido muchas repeticiones de la variante estrés, ansiedad. De hecho, Díaz que de esto algo sabe apuesta por estrés. Igual que la Negra.

Si alguien se anima a seguir con la quiniela…

martes, 15 de enero de 2008

Qué bien se duerme con Orfidal

Ayer sobre estas horas estaba yo aquí en esta misma posición cuando en mi ojo izquierdo empecé a ver txiribitas, agujeros negros, no veía los números de la agenda… mosqueante. Me levanté, bebí agua y volví a intentarlo. Resultado: mismas txiribitas, pero más mareo.
Así que le pedí a Bic que me llevara a urgencias de la Paz (lugar que a mi sólo me sonaba de aquella canción de cuando era jovencita que decía que como te portes mal te vas a hacer conocida en urgencias de la Paz).
Resumo, que de los nervios llegó un momento que no sabía cómo se llamaba Bic, ni tigris, ni en qué calle vivo o mi número de móvil.

Os ahorraré detalles de mi experiencia hospitalaria. Lo primero que me hicieron fue ponerme un Orfidal debajo de la lengua (que me ha hecho dormir horas y horas sin parar) y explorame los ojos con una linterna.

Al parecer estoy ‘limpia’. Ahora parto a casa a seguirme recuperando.
Como veis, estamos hechas un asco, la una y la otra.

domingo, 13 de enero de 2008

Continuación del parte

O a buenas horas mangas verdes.

Ante la demanda de información recibida en mi correo particular, diré que sí, que todo salió bien y que La Negra se recupera desde el viernes ya en su domicilio.

Esperaba yo que dijera ella algo, pero creo que tiene todavía el cuello que se le resiente hasta con el sonido del teclado.

miércoles, 9 de enero de 2008

Parte (en parte)

A estas horas (18.27) LaNegra sigue en el quirófano, así que no habrá parte oficial en esta página hasta mañana.

A Pekín ¿pa’ qué?


La única vez que estuve en China (septiembre de 2004 si mal no recuerdo) juré no volver. Esto lo digo porque por entonces no tenía blog, pero quienes me conocen saben que dije que una y no más.
Pero luego resulta que está una un martes tonto por la tarde en el trabajo cuando le llega un mail de la jefa proponiendo un fin de semana en Pekín, y voy y digo que sí. De jueves a domingo, ida y vuelta incluidas. No estuve en Barcelona ’92 y creo que me ha quedado algún tipo de carencia olímpica que espero resarcir en 2008. Y que al final, y después de todas las pestes que eché al volver de Cuba (ver “Más se perdió en Cuba”)
va a resultar que acabo echando de menos el ruidito de los motores del avión mientras pido otra copa de champán para anestesiarme el cerebro. Champagne, please. One more glass. Yes. Thanks. Frases que remato con una oleada de dientes.

Así que dentro de tres semanas enfilo a Pekín. Sin facturar, por supuesto.

martes, 8 de enero de 2008

La Negra se juega el cuello


Después de 24 rocambolescas horas, que ya procederá ella a explicar en cuanto pueda, La Negra se juega el cuello. Al parecer será mañana. El equipo médico habitual dará el parte en cuanto pueda.

viernes, 4 de enero de 2008

Indemnización sui generis


La reclamación que hice a Iberia por el robo selectivo del contenido de mis maletas en Cuba ha tenido respuesta. Un bonito ‘crismas’ donde me explican que “como no podemos hacer nada por el contenido de tu maleta, permítenos que te intentemos compensar con el continente”. Así que me han mandado una bolsa de viaje de piel. Bonita es, pero marca Iberia.
Los de Mapfre deben de estar buscando más jabón para seguir lavándose las manos...