viernes, 23 de febrero de 2007

Fuego en el cuerpo

Ni tan contenta me había puesto yo al leer que Api - animada por nuestro incondicional Federiko (*) - se había arrancado y hablaba de "el cuerpo".
Pero cuando ya estaba poniendome en lo mejor... zás... descubro que el cuerpo al que se refería no era "¡EL CUERPO!", sino el cuerpo.
Nada tengo contra la Benemérita - quizá uno de estos días cuente mis aventuras con uno de sus miembros (cosas que pasan) - pero, no nos desvíemos... yo había empezado este post para hablar de "¡EL CUERPO!".
Cuando Api y yo hablamos de "¡EL CUERPO!" se nos pone la sonrisa tonta y un destello de puritito vicio brilla en nuestros ojos. No, no somos lesbianas platónicamente enamoradas de la Raquel Welch de hace 30 años. Más bien al contrario, al hacerlo pensamos en hombres.
Muchos hombres sentados al sol. Hombres sentados en bancos estratégicamente situados en algunas aceras madrileñas.
No se dejen engañar, no es la primavera... en cuanto llega el buen tiempo el que nos mete el fuego en el cuerpo es otro cuerpo: el glorioso cuerpo de (los) bomberos de Madrid.

Puerta de Toledo, Ríos Rosas, Manuel Becerra... ¡¡en esas estaciones sí que me hacía yo transbordos!!


NOTA: gracias al mes de agosto por su desinteresada colaboración en este blog ;-)

(*)Afirmación basada en el porcentaje de comentarios/visitas hechas por Federiko Ximenetz Saintuak comentando las cosas que pasan (y las que no)

1 comentario:

Api dijo...

Ainssssssssss, a ver si llega la primavera, sí, que ya hecho yo de menos esos rodeos. Federiko, con estos no hay champán que apague tanto fuego.