miércoles, 19 de agosto de 2009

Entre dos tierras

Me decía Mblue el otro día que, en la distancia de los escasos mails que envío, me intuye tipo Bunbury: entre dos tierras estás... Visto así... puede no ser bueno, pero me paro a pensar en lo que sigue y me pongo en lo peor. Ese “y no tienes aire con que respirar” me asusta. Dentro de tres días vuelvo a España y me siento exactamente así... con la sensación de que en cuanto pasen las bienvenidas y los reencuentros - que espero con ardor – llegará la cruda realidad, esa en la que no sólo no tengo trabajo, sino que ahora ya no tengo ni casa.

Es raro. Salí de Madrid acojonada por lo que me esperaba en esta tierra de bárbaros que cuando no hablan inglés hablan otra cosa aún más ininteligible, pero pensando que 10 semanas pasarían – no rápido pero pasarían – y yo volvería a casa. Pero ahora resulta que mi casa ya no es mi casa, cuando llegué tendré los días contados (40 días con sus 40 noches exactamente) para abandonarla, así que sabiendo como sé que después de la cuarentena ese no va a ser mi sitio... he perdido la sensación de que vuelvo a mi hogar. Si me apuráis mi habitación compartida con el edredón más feo del mundo me parece ahora mismo más acogedora que ese sitio prestado donde voy a volver.

Afortunadamente para mí, tu casa no está donde están tus muebles sino donde están tus amigos, y esos van a estar ahí – llevan ahí todo el verano – recordándome de dónde vengo, pero, si he de ser sincera me asusta volver a Madrid. Aquí he vivido como una estudiante, escatimando de comer para beber, como hacía cuando tenía 15 años menos, y no he tenido ningún problema. En Irlanda soy inmigrante y estudiante y vivo como tal. En Madrid no sé qué pensaré al volver, pero allí no soy una estudiante y no quiero vivir como tal. Tengo la sensación de que estar allí por estar me va a hacer sentir especialmente mal. Nunca me lo había planteado hasta el domingo pero me he dado cuenta de que, mientras tenga otra salida, no me gustaría dar pasos atrás, y tengo la sensación de que si me quedo en Madrid los voy a dar.

Tengo dos opciones. Volver a mi pueblo, con mis padres, 17 años después... o intentar ser una estudiante-inmigrante una temporada más dándole el impulso definitivo al inglés. No sé qué hacer... Mblue me recomienda pensarlo con la cabeza y no con el corazón. Creedme que el corazón últimamente lo tengo desbocadito con tantas emociones, pero nunca ha mandado en mis decisiones, así que no creo que vaya a hacerlo ésta. IlBello, que también ha opinado sobre el tema, me recomienda pensarlo en Madrid. Api me dice que la cosa está muy malita, así que... supongo que les haré caso a los tres.

De momento... me voy a tomar otra Guinnes... sólo para no peder las buenas costumbres adquiridas. ¡¡A vuestra salud!!

3 comentarios:

Federiko dijo...

No se me ponga pesimista, no sé cómo estará su campo en cuanto a curro, pero yo creo en los brotes verdes de ZP, aunque no en ZP...

Anímeseme, véngaseme arriba. Y sí, piénseselo en la capi del estado opresor, que los 40 días darán para mucho y las 40 noches para más.

Pd: Relacionado con el título del post y con Enriquito Bunbury no puedo dejar de recomendar la gran película "Pagafantas", donde dicha canción y personaje tiene un gran protagonismo. Para quien la haya visto o la vaya a ver, sepan que yo, una vez, hice el lemur.

Api dijo...

negra, yo también recomiendo pensarlo desde la tranquilidad. vamos a esperar a ver cómo empieza el curso.
vengo optimista después del periplo sureño.

pd. que levante la mano el que no ha hecho de lémur alguna vez.

Anónimo dijo...

Mi comentario llega tarde, pues ya es domingo, pero yo me encontré mucha gente varada en Irlanda. No se volvieron en su momento y luego... luego... y allí seguian, sin pena ni gloria con el opio de "aprender inglés". Irlanda estará siempre alli.

Estimado hombre honrado que rasguña, que se fue de Irlanda para ser marino. (y lo fué)