viernes, 12 de noviembre de 2010

Drugstore Cowboy

Anteanoche hablé con Lauren que, si todo va como debe, a estas horas estará dispuesto a quemar la noche dublinesa (exactamente el mismo viernes que yo hace un año, por cierto). Dice que necesita un cambio personal y laboral y está buscando curro más allá del Cantábrico, así que últimamente se está dando rulos por Europa a ver qué tal se le da. Este finde toca Dublín, un valor seguro, en mi opinión.

Pero no era eso lo que os quería contar, eso son sólo un par de detalles para que os hagáis una idea de su situación: acaba de cumplir 30 años y, aunque sigue triunfando en la noche madrileña - especialmente entre la parroquia guiri -, dice que está cansado de la ciudad, del trabajo, de... vamos, que le ha pegao la típica crisis de los 40, pero diez años antes. Lauren es así, un adelantado a su tiempo.

Me llama a las nueve de la noche desde la calle, llevaba todo el día teletrabajando y quería despejarse, así que se ha ido a dar un paseo: "acabo de darlo todo en El Corte Inglés, Negra", me cuenta. Y yo, ingenua de mi, pensé que se habría comprado tremenda camiseta del dolor para que este finde las irlandesas olviden su educación católica en brazos del spanish. Pero no, lo que se ha comprado es un contorno de ojos de Biotherm que le ha costado una pasta. Tras recuperarme del ataque de risa le digo que si se ha vuelto loco, y me contesta, muy pausado, que no, que ya le empiezan a salir arruguillas alrededor de los ojos y que hay que empezar a cuidarse, que ya tiene 30. Le digo que la dependienta ha tenido que flipar y me dice que sí, que la tía debía pensar como yo, porque le había dicho que con un poquillo que se echase bastaba, que él "aún no lo necesitaba mucho", pero que aún así, había sido muy maja y le había regalado un neceser lleno de muestras. Sólo hay una persona a la que le gusten más las muestras que a MBlue y a MeriPeich: a Lauren. Vamos, que marchaba él pa'casa encantando con los potingues.

Le contesté que, obviamente, y como buena vendedora, la muchacha habría visto el filón y por eso le había regalado las muestras. Si con 30 recién cumplidos - que fijo que se lo contó - venía a por contorno de ojos, éste en dos años le compra el corner de Biotherm enterito para él solo. Se rió él y me dijo: "bueno, eso y que también la hice reír". Ahí es donde me empezó a dar miedito y pregunté: "¿qué le dijiste?", y Lauren me contestó: "nada, que si las cremas eran buenas, seguro que volvía, y que fijo que lo eran porque ya se veía que ella tenía la piel muy tersa". Ter-sa, con dos cojones, a una jovencita de El Corte Inglés.

Y en esas estaba yo, recuperándome de mi segundo ataque de risa consecutivo y diciéndole que es un crack, cuando me dice como para justificarse: "Negra, que necesitaba desfogarme un poco, que esta semana he estado muy nervioso con las entrevistas de trabajo, como son en inglés y eso... pues me tenso más". Claro, claro, le digo yo, es normal, pero bueno, tú hablas inglés bien y seguro que te salió guay... "sí, sí - me interrumpe con el tono mucho más animado- que además lo que hice fue tomarme un tranquilizante un rato antes y así la hice mucho más relajado". ¿Tranquilizante? ¿ para una entrevista de trabajo ¡¡en inglés!!?? "Bueno, un relajante no - me corrige - me tomé un Lexatín". Ahí, ojiplática del todo y en medio del tercer ataque de risa, empecé a pensar en la combinación de cremas y pastis, y sólo atiné a decir: "tú lo que eres es un Drugstore Cowboy, Lauren, y lo que tienes, es mucho vicio".

Él se empezó a reir y sólo añadió una palabra: "sí".
Genio y figura.

2 comentarios:

Federiko dijo...

Qué salao.

Yo que casi nunca me miro al espejo con mucha intensidad, ahora que lo tengo en el ascensor de casa y es inevitable hacerlo, he visto que también tengo esas "arruguitas" alrededor de los ojos. De momento me las hago llamar líneas de expresión y no me las trato.

LaNegra dijo...

Yo hago lo propio en cuanto a la nomenclatura y, cuando me acuerdo, me las trato con un potingue mágico que me regaló Api fabricado en New York :)