podría hacer de corrido un listado de entre 15 y 20 cosas catalogables como "de no creerse" que he visto este verano, pero entre todas me quedo con un tipo de 25-30 años apoyado en una valla en una playa de conil mientras se quitaba la arena de los pies, pechaca al aire, en cuyo brazo se había tatuado 11-VII-2010, y encima la estrella de campeones mundiales.
1 comentario:
juajaujauajaujauajua
semos, semos...
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